viernes, 7 de marzo de 2014

EN UNA CALLE DE CUENCA


Dejadme que así devuelva
la brisa que es toda libre.
Sólo quiero vuestro oído
y que recordéis conmigo,
lo qué es la vida que pasa
y que todo se hace olvido.
¿No veis que os regalo notas?
Melodías que son el aire
que respira con vosotros
cuando transitáis la calle.
¿A cambio?
¡Casi nada pido a cambio!
Por una lágrima vuestra
mil lágrimas yo derramo.
Por mi lloran las canciones
que para vosotros canto.
Y no debéis preocuparos
por la pobre indumentaria:
tengo el día, tengo el espacio,
la alegría, la libertad,
mucho amor en quien confía
que todo en la vida pasa.
¿Recordáis antes de mí
cuantos por aquí pasaron?
¿Sabéis a dónde llegaron?
Mi acordeón recoge el aire,
vuestro viento, nuestro cielo,
que os regale ella, dejad,
esa alegría que yo siento
y que recordéis conmigo
lo que es la vida que pasa 
y que todo se hace olvido.

Tomás Acosta Píriz